Estado Libre Asociado de Puerto Rico
TRIBUNAL DE APELACIONES
Panel XI
NELLY DURÁN DELGADO Apelación
Apelante procedente del
Tribunal de
Primera Instancia
v. KLAN202201034 Sala de Fajardo
Caso Núm.
JESÚS SOSA CARRASQUILLO CA2021CV03440
Apelado
Sobre:
Cobro de Dinero
Panel integrado por su presidenta, la Juez Lebrón Nieves, el Juez
Adames Soto y la Jueza Martínez Cordero
Adames Soto, Juez Ponente
SENTENCIA
En San Juan, Puerto Rico, a 28 de abril de 2023.
Comparece ante nosotros la señora Nelly Durán Delgado, (señora
Durán Delgado o apelante), mediante recurso de apelación, solicitando
que revoquemos una Sentencia emitida por el Tribunal de Primera
Instancia, Sala de Fajardo, (TPI), el 5 de agosto de 2022.1 En el contexto
de una causa de acción presentada por la apelante a través del proceso
sumario establecido en la Regla 60 de Procedimiento Civil, 32 L.PR.A. Ap.
V, R. 60, referente al cobro de pensiones alimenticias presuntamente
vencidas o atrasadas, el TPI (i) la declaró Con Lugar, en lo atinente al
reclamo por gastos incurridos de su propio peculio ante obligaciones que
correspondían ser asumidas por el señor Jesús Sosa Carrasquillo,
(apelado o señor Sosa Carrasquillo); pero, (ii) la desestimó en lo atinente
a las pensiones vencidas o atrasadas, determinando que no eran líquidas
y exigibles, y el derecho a reclamarlas correspondía a la hija o hijo que
advino a la mayoridad, no reconociéndole legitimación activa a la
1 Notificada el 8 de agosto de 2022.
NÚMERO IDENTIFICADOR
SEN2023______________
KLAN202201034 2
apelante para ello. Insatisfecha la señora Durán Delgado con esta
segunda parte de la Sentencia apelada, nos solicita su revocación.
Por los fundamentos que expondremos a continuación,
confirmamos la Sentencia recurrida.
I. Resumen del tracto procesal
El 16 de diciembre de 2021, la señora Durán Delgado presentó
una Demanda sobre cobro de dinero bajo el procedimiento sumario de la
Regla 60 de Procedimiento Civil, supra, en contra del señor Sosa
Carrasquillo. Alegó que, el señor Sosa Carrasquillo le adeudaba
$13,659.59 dólares por reembolso de pagos que esta cubrió totalmente, a
pesar de ser responsabilidad del apelado. Adujo que, tal suma de dinero
adeudado surgía de la Resolución del caso civil número F DI1996-0889,
por lo que la deuda estaba vencida, líquida y exigible. Añadió que, los
hijos que las partes tenían en común, al advenir a la mayoridad,
tampoco recibieron pagos por concepto de deuda de pensión alimentaria,
ni costas y honorarios de abogados, que tuvo que cubrir la apelante.
Luego de varios trámites procesales, no pertinentes a la
controversia que estamos dilucidando, el 15 de marzo de 2022, se
celebró el juicio en su fondo mediante videoconferencia para dirimir la
reclamación planteada en la Demanda.2 En la vista la apelante declaró
que, en un caso de alimentos anterior entre las partes, atendido por la
Sala de Familia, se determinó que al señor Sosa Carrasquillo le
correspondía la obligación de pagar el 29.28% de los gastos médicos,
universitarios y de graduación de los hijos que tienen en común, aunque
luego las partes estipularon que fuera el 30%.3 Sostuvo que, el apelado
todavía estaba obligado a pagar la referida cantidad por pensión
alimentaria, además de una pensión alimentaria a los hijos que aún eran
2 Es de notar que, a pesar de haber sido debidamente emplazado, el apelado no
compareció al juicio. Anejo VII del apéndice del recurso de apelación, págs. 62-64.
3 Anejo IV del apéndice del recurso de apelación, pág. 20.
KLAN202201034 3
menores. En específico, la apelante reclamó el 30% por los gastos en
exceso a los que le correspondía asumir, por procesos de ortodoncia,
graduación y universidad en los que incurrió para su hija Irelis Sosa
Durán, que el apelado no costeó a pesar de corresponderle.4
Por otro lado, la señora Durán Delgado solicitó el reembolso por las
deudas de pensión alimentaria dejadas de pagar por el apelado.
Específicamente reclamó las siguientes cantidades; (1) $7,305.40 por
concepto de retroactivo establecido por el Tribunal; (2) $3,337.92 de
gastos en la etapa apelativa; y (3) $1,500.00 de honorarios de abogado.5
La apelante manifestó que en el proceso seguido en el caso del divorcio
entre las partes el Tribunal había emitido Resolución el 4 de agosto de
2020, estableciendo un plan de pago al padre no custodio, por concepto
de pensión alimentaria, y una deuda por retroactivo.6 Asimismo, afirmó
que el Tribunal adjudicó dichas partidas luego que Irelis Sosa Durán,
hija de ambos, advino a la mayoría de edad.
Visto lo anterior, el 5 de agosto de 2022,7 el TPI emitió Sentencia
apelada, disponiendo que la apelante logró establecer la existencia de
una deuda por los gastos en que incurrió para el tratamiento de
ortodoncia, graduación, matrícula y gastos universitarios de su hija, ante
el incumplimiento del pago que le correspondía asumir al apelado para
dichas necesidades. En consonancia, condenó al señor Sosa Carrasquillo
al pago de la suma correspondiente a tales gastos asumidos por la
apelante, de $1,886.33, más el interés legal de 5.00%.
No obstante, en cuanto a la reclamación de las cuantías
relacionadas a las pensiones alimentarias vencidas o atrasadas, el foro
primario indicó que la única prueba que presentó la apelante a tales
efectos fue la Resolución del caso civil número F DI1996-0889 (caso de
4 Íd.
5 Íd.
6 Íd.
7 Notificada el 8 de agosto de 2022.
KLAN202201034 4
divorcio), donde se estableció un plan de pago que el apelado asumiría
junto a la pensión alimentaria vigente. A raíz de lo cual, el foro primario
determinó que la señora Durán Delgado no había logrado establecer que
contara con una reclamación de cobro de dinero que fuera líquida y
exigible, según se exige en la causa de acción iniciada bajo el
procedimiento sumario provisto por Regla 60 de Procedimiento Civil,
supra.
Por último, el TPI razonó que la señora Durán Delgado no tenía
legitimación para representar o reclamar en nombre de sus hijos ya
mayores, pensiones atrasadas o no pagadas por el apelado. En
particular, el tribunal plasmó que, conforme a lo establecido en Ríos
Rosario v. Vidal Ramos, 134 DPR 3 (1993), tal causa de acción le
correspondía al hijo o hija que hubiese alcanzado la mayoría de edad,
pues contaba con plena capacidad jurídica para exigirlo a nombre
propio.
Inconforme, el 22 de agosto de 2022, la apelante presentó Moción
Solicitando Reconsideración. En lo pertinente, la señora Durán Delgado
argumentó que en el caso de autos aplicaba la figura del pago por
tercero, por cuanto su hija −mayor de edad− no quería recobrar la deuda
de pensión alimentaria vencida. Así pues, solicitó que se le permitiera
desfilar prueba, y se le reembolsara lo adeudado. Sin embargo, el TPI
denegó la solicitud de reconsideración instada.
Es así que la parte apelante acude ante nosotros imputándole al
TPI la comisión de los siguientes errores:
Primer Error: Erró el Honorable Tribunal de Primera
Instancia y abusó de su discreción al determinar que la
parte demandante-apelante no estableció que tiene una
reclamación en cobro de dinero líquida y exigible, conforme
lo establece el procedimiento de cobro de dinero con relación
al reembolso por las deudas de pensión alimentarias dejadas
de pagar por el demandado-apelado y que tuvo que
satisfacer de su peculio la parte demandante-apelante.
KLAN202201034 5
Segundo Error: Erró el Honorable Tribunal de Primera
Instancia y abusó de su discreción al dictaminar que la parte
demandante-apelante no pagó en exceso de lo que le
correspondía o que desembolsó de su peculio cantidad
alguna por gastos incurridos para cubrir las necesidades no
satisfechas por el padre no custodio y en consecuencia
dejando sin efecto el reclamo por la cantidad total de
$13,659.99 por concepto de pagos, gastos y pagos de
honorarios de abogado que cubrió totalmente la parte
demandante-apelante y que era responsabilidad del
demandado-apelado satisfacer como parte de la pensión
alimentaria establecida a favor de la menor .
Tercer Error: Erró el Honorable Tribunal de Primera
Instancia y abusó de su discreción al dictaminar que la parte
demandante-apelante no tiene legitimación activa para
reclamar el pago de pensiones no pagadas por el padre
alimentante y que tuvo que satisfacer de su peculio la parte
demandante-apelante.
De conformidad, el 13 de enero de 2021, emitimos una Resolución
concediéndole treinta días al apelado para que presentara su escrito en
oposición, pero este nunca compareció. En consecuencia, sin el beneficio
de la comparecencia del señor Sosa Carrasquillo, procedemos a resolver.
II. Exposición de Derecho
A. Alimentos
En nuestro ordenamiento jurídico los menores tienen un derecho
fundamental a recibir alimentos. Díaz Rodríguez v. García Neris, 208 DPR
706, 717 (2022); Fonseca Zayas v. Rodríguez Meléndez, 180 DPR 623,
632 (2011). Este derecho es inherente al derecho fundamental a la vida,
consagrado en la Carta de Derechos de nuestra Constitución. Díaz
Ramos v. Matta Irizarry, 198 DPR 916, 923 (2017); De León Ramos v.
Navarro Acevedo, 195 DPR 157, 169 (2016); Santiago, Maisonet v.
Maisonet Correa, 187 DPR 550, 559-560 (2012); Llorens Becerra v. Mora
Monteserín, 178 DPR 1003, 1016 (2010); McConnell v. Palau, 161 DPR
734, 745 (2004). Los casos sobre alimentos de menores están revestidos
del más alto interés público. Díaz Rodríguez v. García Neris, supra, pág.
5; Fonseca Zayas v. Rodríguez Meléndez, ante, pág. 632; Argüello v.
Argüello, 155 DPR 62, 70 (2001). Ello debido a que procurar el mejor
KLAN202201034 6
interés y bienestar de los menores “constituye un pilar fundamental de
nuestra sociedad y se ha reconocido como parte integral de la política
pública del Gobierno de Puerto Rico.” De León Ramos v. Navarro Acevedo,
supra, pág. 169.
El artículo 590 del Código Civil, 31 LPRA sec. 7242, establece que
los progenitores tienen el deber de alimentar y proveerle lo necesario
para el desarrollo y formación integral de sus hijos, sujetos a su patria
potestad. Se entiende por alimentos todo lo que es indispensable para el
sustento, la vivienda, la vestimenta, la recreación y la asistencia médica
de una persona, según la posición social de su familia. Artículo 653 de
Código Civil, 31 LPRA 7531.
De esta manera, el Código Civil establece que ambos progenitores
responden solidariamente de los alimentos de sus hijos. Si uno de ellos
no cumple su obligación de pago íntegra y oportunamente, el otro puede
iniciar la acción de cobro a nombre del alimentista, esté o no bajo su
custodia, o a nombre propio como codeudor solidario. (Énfasis provisto).
Artículo 661 del Código Civil, 31 LPRA 7544. Cónsono con lo anterior,
nuestro máximo foro ha reiterado que mientras los hijos sean menores
de edad, no emancipados, son los padres quienes deben reclamar el pago
de las pensiones alimentarias en nombre de sus hijos. Toro Sotomayor v.
Colón Cruz, 176 DPR 528, 535 (2009).
No obstante, una vez los hijos alcanzan la mayoría de edad, estos
tienen la capacidad para representar sus propios intereses ante los
tribunales, por lo que desde ese momento sus padres no pueden hacerlo.
Íd. en la pág. 536; Key nieves v. Oyola Nieves, 116 DPR 261, 268 (1985).
Conforme a lo cual, en el caso de las pensiones alimentarias vencidas o
atrasadas, el progenitor carece de legitimación para representar a su
hijo alimentista mayor de edad o para continuar la acción de cobro
de las cuantías no satisfechas, aunque haya sido el progenitor quien
KLAN202201034 7
inició la acción originalmente. (Énfasis provisto). Toro Sotomayor v.
Colón Cruz, supra.
B. Acción de reembolso
Por otra parte, el Tribunal Supremo resolvió que cuando un padre
alimentante paga en exceso de lo que le corresponde, tiene un crédito a
favor por ese excedente. Íd; Calvo Mangas v. Aragonés Jiménez, 115 DPR
219, 229 (1984). Asimismo, el alto foro determinó que el padre que ha
pagado en exceso puede reclamar su crédito mediante una acción
independiente que no configura una reclamación de alimentos. Figueroa
Robledo v. Rivera Rosa, 149 DPR 565, 574 (1999). Es decir, tiene
disponible una acción personal para que se le reembolse lo que pagó en
exceso. En dicha situación, aplica la figura del pago por tercero, regulada
por el Artículo 1120 del Código Civil, 31 LPRA 9151, en donde se
establece lo siguiente:
Cualquier persona puede hacer el pago, tenga interés en el
cumplimiento de la obligación o no, ya sea que lo conozca y
lo apruebe el deudor, o ya que lo ignore.
La persona que paga por cuenta de otra puede reclamar del
deudor lo que ha pagado, excepto cuando lo ha hecho sin su
consentimiento. En este último caso, si el tercero hace el
pago de buena fe puede exigir al deudor que le restituya
aquello en lo que le ha sido útil el pago.
C. Legitimación Activa
Nuestro Tribunal Supremo ha reiterado que “[l]a legitimación
activa es uno de los requisitos del principio de justiciabilidad que los
tribunales tienen que tomar en consideración antes de adjudicar una
controversia en los méritos”. Asociación de Maestros v. Dept. de
Educación, 200 DPR 974, 976 (2018); Asoc. Fotoperiodistas v. Rivera
Schatz, 180 DPR 920, 942 (2011). La legitimación activa se ha definido
como “[l]a capacidad de una parte para realizar con eficacia actos
procesales como parte litigante y comparece como demandante o
demandado, o en representación de cualquiera de ellos”. Col. De Ópticos
de P.R. v. Vani Visual Center, 124 DPR 559, 563 (1989). Asimismo, “es un
KLAN202201034 8
instrumento de autolimitación y de prudencia judicial que tiene su
génesis en la doctrina de justiciabilidad de las controversias”. Íd.
Para determinar si una parte tiene legitimación activa debe
cumplir con los siguientes requisitos: (1) haber sufrido un daño claro y
palpable; (2) que el referido daño sea real, inmediato y preciso, y no
abstracto o hipotético; (3) una conexión entre el daño sufrido y la causa
de acción ejercitada, y (4) que la causa de acción surja bajo el palio de la
Constitución o de una ley. Asociación de Maestros v. Dept. de Educación,
supra; Asoc. Fotoperiodistas v. Rivera Schatz, supra, pág. 943; Lozada
Tirado et al. v. Testigos Jehová, 177 DPR 893, 924 (2010). En nuestro
ordenamiento, “[s]e ha reconocido que un caso no es justiciable cuando
las partes no tienen legitimación activa”. Torres Montalvo v. Hon.
Alejandro García Padilla, 194 DPR 760, 766-767 (2016); P.N.P. v.
Carrasquillo, 166 DPR 70, 74 (2005).
D. Procedimiento Sumario bajo la Regla 60
La Regla 60 de Procedimiento Civil, 32 LPRA Ap. V, R.60, establece
un proceso sumario para resolver reclamaciones de deudas que no
excedan los quince mil dólares ($15,000.00), excluyendo los intereses. La
referida regla se creó con el propósito de agilizar y simplificar los
procedimientos en reclamaciones por cuantías pequeñas, para facilitar el
acceso a los tribunales y lograr una solución rápida, justa y económica.
Asoc. Res. Colinas Metro v. S.L.G., 156 DPR 88, 97 (2002).
Por otro lado, en una acción de cobro de dinero, el demandante
tiene que probar ser el acreedor de una deuda vencida, líquida y
exigible. (Énfasis provisto). General Electric v. Concessionaires, Inc., 118
DPR 32, 43 (1986). Respecto a ello, nuestro Tribunal Supremo expresó:
El vocablo "líquida'' en relación con una cuenta, en lenguaje
corriente significa el saldo "o residuo de cuantía cierta que
resulta de la comparación del cargo con la data''. Y la voz
"exigible'' refiriéndose a una obligación, significa que puede
demandarse su cumplimiento. Guadalupe v. Rodríguez, 70
DPR 958, 966-967 (1950).
KLAN202201034 9
La deuda es "líquida" cuando la cuantía de dinero debida es
"cierta" y "determinada". Ramos y otros v. Colón y otros, 153 DPR 534,
546 (2001), citando a M.A. Del Arco Torres y M. Pons González,
Diccionario de Derecho Civil, Navarra, Ed. Aranzadi, 1984, T. II, pág. 168
y a Freeman v. Tribunal Superior, 92 DPR 1, 25 (1965). Por su parte, la
deuda es "exigible" cuando la obligación no está sujeta a una causa de
nulidad y puede demandarse su cumplimiento. Guadalupe v. Rodríguez,
supra.
III. Aplicación del Derecho a los hechos
Por estar íntimamente relacionados, se discutirán los errores
señalados en conjunto.
La apelante aduce que incidió el TPI al determinar que no logró
establecer que la reclamación en cobro de dinero fuera líquida y exigible.
De igual forma, cuestiona la decisión del TPI al declararla sin
legitimación para reclamar el pago de pensiones adeudadas a sus hijos.
Valga iniciar reiterando que el TPI sí reconoció y ordenó que el
apelado pagara a la parte apelante el reembolso del dinero que esta
asumió, en exceso del porciento que le correspondía en el pago de la
pensión alimentaria. Habiéndose probado en la vista evidenciaria
celebrada el crédito en favor de la apelante surgido por las cantidades
pagadas en pensión alimentaria, en exceso de lo que le correspondía,
sólo procedía ordenar el pago de los debido, según así lo hizo el TPI.
Sobre esto, el foro a quo dejó constancia en la Sentencia apelada de que
la apelante presentó evidencia de los recibos de los gastos de ortodoncia,
matrícula y universidad, demostrando que tenía una deuda líquida y
exigible, susceptible de ser reclamada a través del proceso que habilita la
Regla 60 de Procedimiento Civil, supra.
No obstante, fue con relación a la reclamación instada por la
apelante sobre la pensión alimentaria vencida y alegadamente adeudada
KLAN202201034 10
por el apelado hacia los hijos en común, que el foro primario determinó
que no procedía ordenar el pago reclamado. Con referencia a este primer
asunto, lo primero que llama la atención es que, a pesar de que en la
vista celebrada ante el TPI para dilucidar los asuntos allí planteados se
presentó prueba documental, pero también se desfiló prueba testifical, la
parte apelante no incluyó junto a su escrito ante nos algún medio de
reproducción de la prueba testifical, que nos pusiera en posición de
verificar las determinaciones de hechos conducentes al resultado cuya
revocación pretende, por lo que estamos atados a conceder deferencia a
las que realizara el foro apelado.
Llamada la atención sobre lo anterior, es de ver que, por una parte,
el TPI fundó la desestimación de la causa de acción de cobro de dinero
aludida, en su afirmación de que la señora Durán Delgado no estableció
que tuviera una deuda de cobro de dinero que fuera líquida y exigible,
lo que es un requerimiento ineludible de los procesos iniciados al amparo
de la Regla 60 de Procedimiento Civil, supra. Según señalamos en la
exposición de derecho, el promovente de la causa de acción instada bajo
el proceso particular provisto por la regla citada tiene que probar ser el
acreedor de una deuda vencida, líquida y exigible. General Electric v.
Concessionaires, Inc., supra. (Énfasis provisto).
La alusión por la apelante a la Sentencia emitida en el proceso de
divorcio seguido entre las partes de epígrafe, como base para establecer
el derecho al recobro de pensiones alimentarias no pagadas por el
apelado, falló en establecer que la presunta deuda reclamada fuera cierta
y determinada. Aun a este nivel apelativo tampoco surgen tales
elementos, para poder ordenar al apelado el pago de las pensiones
alimentarias alegadas, es decir, no se logra establecer una deuda
vencida, líquida y exigible. El plan de pago de la pensión alimentaria
establecido en el referido caso de divorcio, con el que tendría que cumplir
KLAN202201034 11
el apelado, no precisa las cantidades pagadas y las debidas, de modo que
imposibilitan el cumplimiento con el requerimiento de que la cantidad
reclamada a través de la Regla 60, supra, sea líquida, y exigible. A pesar
de lo explicado, en su recurso ante nosotros la apelante no ahondó sobre
este asunto, limitando su discusión al alegado error del TPI de no tomar
conocimiento judicial de la Sentencia de divorcio entre las partes.
Por otra parte, el TPI también dispuso que la apelante no poseía
legitimación activa para reclamar la pensión alimentaria vencida y no
pagada por el señor Sosa Carrasquillo que se debía a los hijos que ya
habían advenido a la mayoridad. Es importante en este punto notar que
la apelante reclamó la pensión alimentaria adeudada por el apelado a la
hija en común, ya mayor de edad.
Conforme resaltamos en la exposición de derecho, la legitimación
activa es uno de los requisitos del principio de justiciabilidad que los
tribunales tenemos que tomar en consideración antes de adjudicar una
controversia en los méritos. Asoc. De maestros v. Dept. de Educación,
supra. Sobre tal tema, nuestro alto foro ha reiterado que, en los casos de
pensiones alimentarias vencidas o atrasadas, el progenitor carece de
legitimación para reclamar las cuantías no satisfechas en representación
del hijo mayor de edad. Es decir, quién posee legitimación para reclamar
la pensión alimentaria no satisfecha es el hijo mayor de edad, quien tiene
la capacidad jurídica para representar sus propios intereses. Toro
Sotomayor v. Colón Cruz, supra.
De lo anterior se sigue que, tal como lo determinó el TPI, la
apelante no tenía legitimación para reclamar las cuantías
correspondientes al pago de pensiones alimentarias, ante el hecho
incontrovertido que tal causa de acción solo podía ser reclamada por la
hija mayor de edad, quien ostentaba el derecho de iniciar causa judicial
de conformidad.
KLAN202201034 12
Según se ha visto, el tribunal a quo se ajustó a derecho al emitir el
dictamen apelado, no cometiendo los errores que se le imputaron, por lo
que solo nos corresponde confirmar la Sentencia apelada.
IV. Parte dispositiva
Por los fundamentos expuestos, confirmamos la Sentencia apelada.
Lo pronunció y manda el Tribunal y lo certifica su Secretaria.
Lcda. Lilia M. Oquendo Solís
Secretaria del Tribunal de Apelaciones